25 de Mayo: por la soberanía tecnológica y comunicacional de todas las sociedades del mundo

¿Es coherente festejar la independencia política que comenzó dos siglos atrás en territorios que hoy pertenecen a Argentina, Bolivia, Paraguay y Uruguay, cuando en la actualidad somos colonias económico-tecnológico-culturales? Más que celebrar, deberíamos seguir el ejemplo de los revolucionarios de Mayo, profundizarlo y trasladarlo a los días que corren.

El 25 de Mayo se conmemora el primer paso importante que se dio en estas tierras del sur latinoamericano en pos de lograr la independencia social allá por 1810. La declaración de independencia argentina tendría lugar 6 años más tarde en el Congreso de Tucumán del 9 de julio de 1816.

El próximo 25 de mayo de 2008 los chicos en los colegios bailarán chacareras, candombes y otras danzas folklóricas, se leerán discursos festejando aquella revolución que expulsó de su cargo al virrey Baltasar Hidalgo de Cisneros.

Era el primer gobierno rioplatense independiente de España, aún con todas sus limitaciones [1], al menos estos hombres buscaban la soberanía de una nación. Es interesante avanzar 6 años en el tiempo y recordar algunas palabras del Acta de la Independencia del 9 de Julio:

…»es voluntad unánime e indubitable de estas Provincias romper los violentos vínculos que los ligaban a los reyes de España, recuperar los derechos de que fueron despojados, e investirse del alto carácter de una nación libre e independiente del rey Fernando séptimo, sus sucesores y metrópoli.»

Cuando los estudiantes salgan de las escuelas y los discursos de los docentes descansen en el silencio de los libros de historia llegará la dolorosa contradicción: dos siglos después los habitantes de estas tierras siguen siendo colonizados por Estados imperialistas (entre ellos España) y empresas monopólicas.

Volver de la escuela significará viajar en un auto o colectivo fabricado seguramente en Europa, el cual funcionará con combustible provisto por una empresa española, caminar con zapatillas producidas en Asia bajo condiciones infrahumanas de explotación laboral, utilizar un teléfono celular o fijo que regula una empresa monopólica española, encender electrodomésticos (fabricados en cualquier otra parte del mundo) que funcionan gracias a energía producida por empresas que están en manos extranjeras, quizá prenda la computadora y esta se iniciará con un sistema operativo Windows, propiedad de Microsoft-EEUU, etc.

Como individuo, habrá al menos algo que pueda hacer inmediatamente para expulsar un ente opresor externo (daría lo mismo si fuera interno) de su sistema comunicativo, productivo y cultural: quitar Windows e instalar Software Libre. Liberar el sistema informático de su hogar servirá para poder estar preparado para cuando Microsoft termine de invadir su escuela mediante los planes masivos que están en curso.

El resto de las acciones libertarias requerirían quizá de métodos revolucionarios, ni más ni menos que retomar el legado de la Revolución de Mayo de 1810 y profundizarlo, luchar para que todas las sociedades del mundo vivan en un espíritu de cooperación, desarrollo equitativo y sin opresión de ningún tipo.

NOTAS

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[1]

«Inglaterra, en plena revolución industrial, necesitaba nuevos mercados para vender su creciente producción. Gran Bretaña vio, en la desintegración del Imperio Hispánico, la oportunidad de lograr nuevos mercados para incorporar a sus sistema económico.»

«La revolución de mayo no significó la independencia de España: la Primera Junta aún gobernaba en nombre del rey de España que había sido depuesto en lugar de someterse a la autoridad de José Bonaparte. La declaración de independencia argentina tuvo lugar durante el Congreso de Tucumán del 9 de julio de 1816.»

http://es.wikipedia.org/wiki/Revoluci%C3%B3n_de_Mayo#Causas_externas