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de rodillas ante el rock

Leo en Clarín sobre el recital de ayer del Indio Solari en mi ciudad:  «Anoche, ese enorme valor simbólico y artístico era puesto en escena ante una muchedumbre que coreaba cada canción como si fuera un rezo.», me quedo pensando sobre lo religioso de todo el espectáculo, luego veo algunas cosas más por internet «Todo está listo, en medio de un importante operativo de seguridad, para que el Indio de inicio a la locura de miles de fanáticos en esta nueva Misa India» (ln1), «una extensa peregrinación de seguidores rumbo a Junín. » (tn)

Rezos en la Misa, 100.000 fanáticos.

Suponete que no fueran 100.000, que fueran 70.000, y que no fueran todos fanáticos de la misa y el rezo, aún así me quedo pensando ¿qué vacío hay en tantas personas para recorrer cientos o miles de kilómetros para adorar un ídolo? ¿Qué sed los mueve por qué desierto, y dónde encuentran el agua?

¿Puede el Indio Solari y su banda tener tanta importancia artística, política y filosófica en la actualidad para despertar tanta atención?

¿Y por qué lo hace? ¿En qué cabeza o en qué corazón cabe la idea de que 100.000 personas te consideren un ídolo? ¿Cuánto afecto necesitás para considerarte «un groso», alguien «poderoso»? ¿Cuánto ego perdiste en tu vida para tener que recuperarlo frente a 100.000 chicos y chicas navegando en las contradicciones de una sociedad que los educa para trabajar y los deja desocupados o con trabajos miserables?

¿Por qué el Indio se presenta a sí mismo como un ser para idolatrar, un líder? ¿Qué visión más o menos pesimista rescató del mundo actual, cuál de esas visiones está a tono con lo que viven los pibes y no tan pibes todos los días?

¿Estamos hablando sólo de una «mega fiesta» o hay algo más en todo eso?

Te digo, me da pena ver a los chicos tan idos por un ídolo, tan irracionales, y a su ídolo, inteligente, tan poco medido para con sí mismo, para su rol, aprovechando el poder de influencia que tiene para con la multitud. Me parece desproporcionado y un desperdicio de energía y gente.No digo que no nos tengamos que divertir, nada que ver. Si lo querés ver así, que fue un momento de diversión y nada más, dale, pero no te creo.

Creo que si el Indio fuera más sensato haría algo social con toda la guita que recaudó del recital, pero no me preocupa el dinero, de verdad me preocupa qué imagen y qué idea les deja a «miles de fanáticos» (esperemos que no sean tantos fanáticos, que no se la crean tanto).

Y todo esto, en el medio de una época en la que el Indio apoyó al Gobierno Nacional (una entidad conservadora que oprime al pueblo tanto como cualquier otro gobierno) diciendo que «tiene cojones». ¿Tiene cojones para mantener el 30% de pobreza y no pagarle a los ancianos una jubilación digna porque prefiere pagar las millonarias deudas al gran capital? ¡Claro que los tiene! Para intentar hacernos creer que «con la democracia se come, se educa, se cura» tiene cojones, son unos caraduras.

Buena parte de la «cultura rock» se edificó sobre el desconfiar de los poderosos, de los líderes, buena parte se edificó sobre ganar libertades frente a los déspotas, romper con tradiciones e idolatrías. Ahora se muerde la cola porque es ella misma la que tira para atrás.

Si el «gobierno nacional tiene cojones», y convocás a 100.000 fanáticos ¿DONDE MIERDA ESTÁ LA CONTRACULTURA DEL ROCK, ME QUERÉS DECIR?