En el ensayo «¿Avanzando hacia el centro?: Medios posmodernos y (des)conexión periférica» se insinúan los primeros dilemas a resolver: la globalización como una causa fenoménica de la cibersociedad diseminada, la desigualdad/exclusión intrínseca de la superestructura que ella engloba, el debate antropolítico en su condición más escindida y la alienación de la conducta homogénica, es decir un intento por descifrar el problema de los sectores subalternos en su camino hacia la secularización hegemónica horizontal.
El consumo inmerso en el contexto cultural del juego político excluye las diversas morales del pasado. El nihilismo como centro arquitectónico de construcción del poder es la condición previa al derrumbe de las estructuras éticas de los multimedios.
La centro-periferia no es abordada desde el punto de vista de los ejes articuladores de la revolución tecnológica; las transnacionales han tomado el control, en lo sucesivo, de la terminología, así la filología no puede ser sino el modo de escape pseudopolítico.
En lo inédito de este fenómeno, las sociopolíticas externas e internas se desmoronan frente a las relaciones supra culturales ya sin religiosidad.
Ante este panorama panóptico, sólo podemos pretender en última instancia realizar preguntas: ¿las dinámicas interculturales deberían ser repensadas desde la producción, reproducción y consumo de la cultura en un contexto mediatizado por la cibercultura? El debate queda abierto.
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(todo lo que leiste acá es en joda, no tiene sentido, quedate tranquil@!!!)
Pensamiento de Mediodía 